miércoles, 14 de octubre de 2015

Las múltiples

Aquí estamos de nuevo.

¿Sabes? Cuando pasa esto me divido en varias personalidades. Por un lado, está la arrepentida que con guata de callo va a ser capaz de arrastrarse hasta los espacios más recónditos para que vuelvas con ella. Es la que sabe que te tomó por sentado. Es la que te va a prometer el cielo y la tierra y, sin mentir, va a intentar conseguírtelo porque es pava y no sabe mejor. Le cuesta y te ama muchísimo, tanto que siente que se va a morir un poquito.

Por otro lado, está la intelectual. Entiende que las relaciones se parecen al elástico del pantalón y se desgastan en la medida en la que se van separando sus partículas. Es la que teme también: le teme al psicopateo mutuo que se viene, a ver las fotos del Instagram, los posts de Facebook, los tuiteos. Es la que te pide que cambies las contraseñas y la bloquees de todo, porque se conoce y sabe de lo que es capaz.

Y en el tercer y más oscuro lugar está la enojada. La que se siente traicionada por una ex del pasado que viene brillante y loca a ofrecerte mil aventuras. Es la que cree que va a enterarse dentro de poco que estás con alguien nuevo y mejor. Es la que no puede tolerar la idea de que alguien más te toque, te vea, te hable. Es el monstruo que tengo que mantener encarcelado, porque cuando sale es patético.

Más allá está la llorona, que, de luto, tira flores a nuestra tumba. Tiene cada ojo del porte de una papa y es fervientemente creyente de que vivir a través del dolor es la mejor alternativa para salir de él.

A la izquierda está la valiente. Que se arremanga el polerón y empieza a buscar qué hacer ahora que todos los planes se fueron al carajo. Es la que tiene los pies sobre la tierra y se preocupa de sí misma porque sabe que eso es lo sano, al parecer, para hacer. Sabe que todo es una mierda, entiende que hay víctimas en los dos bandos y espera que la tormenta amaine sin miedo.

Y, finalmente, está la diplomática. Ella tiene fe en el futuro. Sabe que es importante mantener una relación contigo, porque mal que mal eres valiosa... a ella la voy a dejar entre paréntesis igual porque esta mierda pasó ayer y, pa qué andamos con cosas, duele un culo y medio.

Yo voy a estar bien. Tú vas a estar bien. Gracias y de nada. Hasta luego y hasta más rato.

1 de 730, paso a pasito


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