miércoles, 30 de abril de 2008

no name

No supe en que momento comenzé a ser yo y terminé siendo tú...
no supe en que momento comenzé a quererte tanto... tanto...
no supe en que momento comenzé a sentirme completamente inútil
como si en vez de manos tuviese lijas
como si en vez de manos tuviese mazos
como si en vez de manos tuviese sierras
no supe nunca bien como hacer cada cosa
ni moverme ni hablar ni pensar, nunca supe cómo
nunca supe en que momento comenzé a enamorarme de alguien como tú
se supone que no me gustabas
se supone que nada sería como es,
se supone se supuso pero ya no es lo que debió ser
la madeja no puedo desenredarla, el nudo ya está hecho
y mis manos se sienten de plomo
y mis piernas son una soga que se anuda al ritmo acompasado de tu respiración, el mismo aire que sale de tu boca y entra por la mía.

La verdad es que nunca supe, cuando tu cuerpo y el mio dejaron de ser dos.

martes, 22 de abril de 2008

non plus ultra del no se qué

19...
diez y nueve...
diez.... y.... nueve

No me gusta pero al mal tiempo buena cara te llegan regalos sólo como compensación por estar un año más cerca del infierno porque allí me iré eso es más que seguro [aunque me digas que Dios me ama y que tú eres Dios] por extraña pecadora por bicha rara por ser 19 veces mutante 19 veces feliz 19 veces transformer 19 veces incoherente.

domingo, 13 de abril de 2008

so long and goodnight

Siempre he quemado etapas, supongo que ahora se siente más real...
Tuve que despedirme de mi antiguo, viejo y gastado yo, debo admitir que por un segundo sentí nostalgia, es mucho más cómodo ser una adolescente infeliz, quejarse del mundo y escribir enojados y tristes cuentos de cuánto el mundo apesta y de cuánto quieres apestar al mundo junto a alguien más y mandar todo a la mierda. Y una vez que lo logras, es casi como si te hubieses quitado los lentes de sol y te hubieses dado cuenta de que el paisaje ha cambiado, no es tan negro, ahora es más gris, con uno que otro tinte rosáceo que se asoma de cuando en vez timidamente.
Es cierto, en este mundo nada es gratis, ni es fácil, pero tengo un bonus en la personalidad, y es que soy terca, y cuando realmente - pero realmente - quiero algo, lo consigo.
El precio que tengo que pagar es otro cuento, es un cuento mamón y largo, es cuento que no quiero contar aún por miedo de no tener el final bien agarrado de ambas orejas, es un cuento que incluye una cantidad indefinida de tiempo, un montón de palabras aún no dichas, un montón de lágrimas aún no vertidas y abrazos no dados.
En fin, mientras me despedía de mi antiguo yo como corresponde, (léase bajo influencia de bebidas alcohólicas y una cajetilla de cigarrillos baratos), sentí aquel dejillo de nostalgia y un vacío súbito, un vértigo, un mareo y una posterior calma. Una calma inquietante, una sensación nueva que razoné a pesar de mi estado... "Ctm... todo está bien... ¡TODO! No es posible, algo tiene que salir mal, algo saldrá mal, algo fallará, alguien entrará y me dirá que mi gato ha muerto..."
Pero nadie llegó a anunciar la muerte de Maneki, y en cambio me sonó el celular, "¡Ajá! ¡Ahora me van a decir que el departamento se esta incendiando!" Pero tampoco era eso, en cambio en la pantalla un sobre titilaba para ser abierto, y en el mensaje decía algo sobre un roedor del demonio que me amaba.
Un tironcillo sentí del miocardio... cerré los ojos, y me despedí de mi antiguo, viejo y gastado yo.