sábado, 14 de enero de 2017

Tan pis

El otro día aprendí una frase en francés: tan pis, que en chileno sería como "mala suerte" y que, normalmente, se diría mientras uno se encoge de hombros y sigue caminando.

Tan pis que la Alemana me confesara que me cagó. Y para qué. No entiendo por qué la gente me cuenta que me caga cuando ya terminamos, es que en serio, qué egoístas de mierda...
Porque claro, ustedes se quedan ligeras de alma y una toda chorreada de baja autoestima. Estábamos en una relación intercontinental, a más que larga distancia, a chorrocientos mil kilómetros de distancia, por supuesto que una parte mía tenía esa clara sospecha. Confirmada por supuesto por la petición de apertura de la relación. He leído literatura toda mi vida, a estas alturas ya se identificar un cuento.

Alguien explíqueme, ¿para qué chucha me van a decir que me cagaron? Y después me dicen que me aman, que me quieren de vuelta. ¿Para qué?

Y con qué puto descaro me escribe "por suerte para ti, todavía te amo". PAR FAVAR MI CIELA.

Tengo tanta rabia que ni puedo escribir. Es que aaaaaaaaaaah!

¿Saben qué más? Váyanse todas a la reconchadesumadre. Yo se que la weá no es "personal". Yo se que no me quieren hacer daño, yo se que nadie es perfecto, que todos nos copeteamos y dejamos la cagá, que no hay que escupir al cielo, que la fidelidad es una línea ilusoria y que la monogamia es una convención social, yo se que que te caguen no es lo mismo que ya no te amen, yo se, yo se, yo se. Pero ahora me van a escuchar a mi: tomen toda esa mierda, todo ese discurso pasado a caca y culpa judeocristiana, enróllenla bien y apriétenla chiquitito y se la meten por la raja como un supositorio.

Yo no estoy aquí para hacerlas sentir mejor consigo mismas. No les debo ni una weá. Y sí, todas las razones de arriba siguen injustificando mi arrebato, pero me chupa un huevo y voy a seguir tipeando con furia porque es lo único que puedo hacer para explicarles que me duele. Que así como digo que no me importa, que así como digo que "gracias por la honestidad", que pueden irse a la reconchadesumadre un ratito y después intentemos ser amigas, así como les digo todo eso... así de grande es como duele.

Y la grandísima mierda que las parió. Mujeres culiás. Nos odio. Hoy día, en este ratito chiquitito, déjenme odiarnos.

Tan pis, tan pis, tan pis.