viernes, 30 de septiembre de 2011

Moving, leaving

Círculos concéntricos, entrelazados en un mismo cuerpo que es el mío.
Vivir de repente se parece mucho a jugar al ula-ula... hay que ver cuánto tiempo duro con este aro nuevo amarrado a la cintura.
No se dónde me llevan los pies, no se a dónde me llevan las manos... me dejo mover por ruedas que no son las mías, deshaciéndome en la corriente eléctrica de cientos de miles de estaciones de metro al rededor del planeta.
No soy nada más que un puntito en una red millonaria, un mísero puntito intentando estar en lugares y con personas que no la hagan llorar.
Y nada más que dar las gracias, porque lo nuevo se ve mil millones de veces mejor...

jueves, 22 de septiembre de 2011

Segundos

Sólo me tomará un par de segundos decirte esto, pero espero que te tome toda la vida vivirlo conmigo:

te amo

miércoles, 14 de septiembre de 2011

You rock me to the core

Disculpe las molestias.

La amamos como podemos, como somos no más, con torpeza, con rudeza, con aweonamiento diríase inclusive.
Nunca he aprendido a callar, ni siquiera aquello que debe ser callado.
Hoy abrí la boca y me sangró y siento que salieron hilos dentales que intentaron amarrarte las manos.
Tu mirada es escéptica porque tú ya viviste ese panorama que a mí me aparece brumoso en la bola de cristal.
Sólo espero que nosotras no nos quedemos sin batería.

Una vez más, nada de esto tiene sentido.

viernes, 9 de septiembre de 2011

freaky friday

El marido de mi jefa ronca en el sillón...
Mi jefa se queda momentáneamente dormida en su silla de profesora ejecutiva, con una actitud plácida de quien aprecia los momentos escuetos de descanso...
Un jazz suena de fondo en el colegio que está tomado al lado, en la calle Huérfanos a la altura del barrio Brasil...
Y yo suavemente voy tecleando estas cosas freakys de la vida...

jueves, 8 de septiembre de 2011

In memoriam

El boom mediático y morboso, el sobajeo de tumbas populares que bajo el brillo del reflector inundan las pantallas grandes y chicas, las de LED y en 3D. La muerte de los periodistas que con su número cabalístico de 21 (como lo fueron los 33 con la edad de Cristo) han servido de tapadura para aprobar Hidroaysén, y quizás quién sabe cuántos otros goles nos pasan suavemente bajo la puerta.
Gente que observa sin criterio y engulle identificándose con sujetos que son meros humanos -cuya muerte es lamentable- pero que no se identifica con otros: como el pendejo de 16, asesinado en plena balacera de conflicto estudiantil, cuya muerte pasó al olvido en dos segundos.
Mueven cielo, mar y tierra buscando una señal de IPhone que titiló medio segundo agónico y no son capaces de escuchar cinco mil voces o más marchando sudadas por la Alameda.
En qué mierda de país vivimos.

Lloren por algo que [sí] valga la pena.
Muévanse por algo que [sí] lo vale.
Dejen tranquilos a unos y resuciten a otros, córtenla con el marketing con cara de rictus.

No puedo dejar de pensar en La memoria obstinada de Patricio Guzmán:

miércoles, 7 de septiembre de 2011

What the fuck was I thinking?

Cuando me vine manejando con el freno de mano puesto.
Cuando bebí dos copas de vino y luego dos botellitas de cerveza "Ariqueña".
Cuando no le saqué fotos a ti con la Amelia en brazos.
Cuando te llevé al Laucho y estaba cerrado.
Cuando dije que sí a las ayudantías.
Cuando dije que sí al paro.
Cuando dije que sí a las marchas.
Cuando dije que no al paro.
Cuando dije que no a las marchas.
Cuando le recordé a mi jefa que no me ha pagado.
Cuando me fui a vivir donde la Lucy.
Cuando pedí prestado el Orden del Discurso de Foucault, a pesar de que me lo he leído cien veces.
Cuando murió mi computador.
Cuando lo llevé donde Luis.
Cuando escribo esto mientras tengo que leer un proyecto, hacer una prueba, comprar libros en argentina, rellenar formularios, escribir dos artículos y dos ponencias, pegarme un tiro y besarte doscientas veces.