domingo, 30 de noviembre de 2008

sugar mountain

Es muy tarde.
Aún no termino mi prueba de hispano... pero no puedo ir a dormir sin escribir[te] un rato.

Creo que nunca te doy las gracias lo suficiente.

Gracias por soportar mis ataques de miedo a lo Coraje el perro cobarde, por soportar mis dudas eternas, mis cuerdas flojas y mi floja cuerda.

Gracias por acordarte de mi margarita que dice que te extraña, gracias por reflejarte en mi pupila aunque no estés aquí, gracias por no soltarme nunca la mano, gracias por no darme[nos] la espalda, gracias por ser valiente, gracias por seguir, gracias por no caer, gracias por amarme, gracias por existir.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto :) Pero es que contigo, ¿qué mas puedo pedir?

Sí, lo sé, no apto para diabéticos.
Es la hora.

jueves, 27 de noviembre de 2008

:)

Me siento día tras día en mi banquito azul, frente a profesores que exhalan en caladas de aire caliente los mismos pensamientos e ideas año tras año.
Nada nuevo.

Me levanto mañana tras mañana para mirar por el resquicio que siempre deja mi cortina un trocito del Santa Lucía, que desde temprano se llena de tourists...diciendo "foto, foto!"
Nada nuevo.

Camino, tarde tras tarde, de la casa al metro a la micro a la U de la U al micro al metro a la casa y luego vuelvo a comenzar, coqueteando en las micros y en los metros. Amor instantáneo de viajes. Siempre espero encontrar allí algún ojo que se asemeje al tuyo. Pero es como buscar una aguja en un pajar.
Nada nuevo.

Me acuesto en el pasto de mi U, cual vil vacuna pastando sin pastor, a mirar las hojas y contar las nubes, viernes tras viernes, esperando que aquellas puestas de sol me acerquen un segundo más al encuentro.
Y los días se van del calendario.
Nada nuevo.

Pero, un segundo, un relampagueante segundo, un chispazo, una brecha se abre, la mano de Zeus se estira y me levanta, me pone de pie como en el fútbol y me da la charla, la arenga digna de "I have a dream" y "Muchachos la contienda es desigual..":
Laura, te queda tan poco ya... tan poco... TAN POCO para el alud de emociones de problemas de llantos de besos de abrazos de teléfonos de misterios de secretos de mentiras de noches de días de gritos de risas.
De ti.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

late at night

El poeta solitario
corrió por entre la selva,
subió peñascos,
trepó árboles,
abrió brechas
con la pluma entintada en sangre,
buscó en los abismos,
saltó cataratas
para terminar sentado
en la ladera
aullándole a la luna
la renovación de los votos.

¿De qué sirve, mi luna?
Si tu luz no refleja su rostro.
Prefiero vivir en la oscuridad
que perder su rastro,
amarrarme los pies con peso de plomo
y lanzarme al abismo submarino
donde el grito no sea más
que evanescencia burbujeante.
Y la pérdida del sentido, luna,
se da porque me la has quitado,
porque la tienes iluminada
y atada a tu marea, vaga en noche
sin estrellas, colocándo caracolas
en su oído a ver si escucha mi voz.


El poeta, sentado en la ladera
como el lobo solitario,
se gastó sus cuerdas aullándole
a la luna,
a ver si te llega el grito
de la renovación de sus votos.

domingo, 16 de noviembre de 2008

dream

Después de haber escrito lo del viernes por la noche, me fui a dormir. Había dormido diez horas apenas en dos días... digamos que mis párpados hacían un lindo juego con mis ojeras... sexy.

Y soñé una huevá rara, claro está, como todo sueño:
Querías huir, que escapáramos, tú y un hombre que decías era tu mejor amigo me esperaban en mi habitación de mi supuesto departamento. Una versión mil veces mejor que la original. El departamento era precioso: altos techos, todo color caoba, puertas de madera, piso de madera, una luz dorada... claro está, departamento de ensueño.
Me esperabas en mi pieza, con tu bolso listo para la fuga, mientras yo hacía el mío no dejaba de pensar en las consecuencias: ¿y si me pillan? ¿cuántos cargos iba a tener: pederasta, rapto, pervertida, etecé?
¿Y si le digo que no? ¿Me patea? No... no puedo dejarla... ¿qué chucha hago? Llamar a mi vieja... sí, llamar a mi vieja.
Además, me había quedado sin ropa interior para el viaje: nada que ver con la vida real... [cof cof]
Acepté subirme a la micro - muy Arica style - que nos llevaría al supuesto avión que tomaríamos, con dirección al sur, donde una abuela [raaaro] tuya vivía. Te veías tan segura y dominante que yo callada aproveché un descuido tuyo para sacar de mi bolsillo el celular y marcar el 033 que inicia el GIGANTE número, que marco cada vez que llamo a mi madre. Pero, ¡oh fortuna!, el celular se descarga.
Más freak aún, en la micro me encuentro con Rodrigo, un fotocopiador de mi U, quien me dice que en el costado de la micro, al lado de los asientos, hay enchufes para cargarlo.
Allí desperté, con la sensación de angustia en la garganta. Era eso y que me había mordido la lengua mientras dormía: ahora vivo a base de ibuprofeno. Y creo que me resfrié. Y se murió mi perra.

Cuek!

viernes, 14 de noviembre de 2008

insane

¿Cuándo dudas?
¿Cuándo tirita en tu mano el lápiz?

¿Cuándo te sientas con la cabeza entre las manos y piensas qué chucha hago ahora?

¿Cuándo sabes que nadie puede tomar la decisión por tí?, ¿cuándo tienes la confianza suficiente para saber que la opción es la mejor, la más correcta?

¿No dudas tú acaso, de mí?

No me digas que no... que no te creo, ¡esto no significa nada! Es sólo un desliz mental, un montón de cosas nuevas que aparecen mientras tú permaneces ausente. Y un montón de cosas aparecen en tu vida mientras yo no estoy.
¿Y qué hacemos? Nos mordemos las uñas por el miedo, seguimos en la esquina oscura con la espalda vuelta hacia el público...

Me jode la inacción a mi también.
Me jode más la duda... porque dudo. No puedo evitarlo, no puedo apagar el switch del que tanto predico... me enseñaron a cuestionarlo todo.

El amor es una cuerda, me balanceo sobre ella, intento encontrar el equilibrio, no caer. Lo riesgoso es que no hay malla que aguante mi caída, descender es pegarse el inevitable porrazo... la cuestión es, ¿me mantengo en la cuerda porque temo caer? o ¿me mantengo en la cuerda porque quiero llegar al otro extremo?

¿Qué dice el público?
¿Se puede usar el comodín?
¿La llamada telefónica?
Si, por favor.
"Este teléfono está temporalmente fuera de servicio..."

Maco es muy sabia, aunque todos la miren a huevo. Ella tiene el don de la palabra justa, precisa, al hueso: no hagas nada, no pienses en eso, suprímelo, ¿para qué?

Mejor esperar... esperar sentada, mordiendo mis uñas.

domingo, 9 de noviembre de 2008

relleno

Tengo una suerte impresionante para algunas cosas...

Rayo en el borde de lo irónico.
Las muertes vinieron en masa, hoy se cumple el noveno aniversario de muerte de mi abuela... y bueh, me hace pensar... sano ejercicio a veces.

De todas maneras, tengo la media cueva, me saqué el kino con mi familia.

¿Qué pasó? Pasó que no pude mantener mi bocota cerrada y decidí salir del clóset ante mis dos tías... tenía miedo, tartamudeé, traté de explicar, me sudaron las manos, me fumé tres cigarros seguidos, miré hacia todos lados, retorcí mi polera, tiré bromas sin sentido y sin gracia...y fui aceptada.
Tal cual soy, me siguen amando, y lo harán... saben que sigo siendo yo, saben que las amo y que aman. Quieren estar ahí, para mí, incondicionales, acuden cuando las llamo, son mi red, mi apoyo.

Porque la Lau no está tan solita como muchos piensan. Ok, como ella pensaba.

Cuidado mundo, allá te voy!



Ps: acechar es sin H.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Nena

El algodón que sobresalía de sus labios pintados rosa pálido fue el ladrillazo que necesitaba para darme cuenta de que no volverías a sonreírme con picardía mientras me ofrecías un cigarrillo a escondidas en el balcón.

Luego el almuerzo, y tú no estabas sentada a mi lado ofreciéndome te o galletas o postre, la gelatina que tú servías con yoghurt encima estaba reposando tranquila en el refrigerador. Abajo la ensaladas, tal cual como tú las hacías.

Me dió susto. Una de tus nietas bostezaba sentada en un sofá sin brazos frente a la mesa de centro, igual de delgada y risueña que tú, era como estar con una versión tuya de muchos decenios antes.

"La Nena quería morirse..." Depresión, que todo su cuerpecillo delgadísimo - piel y huesos tras el vidrio del ataúd - había dejado de funcionar, que botabas todo lo que comías por la orina y el sudor, que ya no había vuelta que darle. Que ahora estás mejor.

Y el problema no es que hayas muerto, el problema es qué mierda hago yo con toda esta pena que tengo dentro... ¿qué hacemos los vivos con el pastelazo que dejaste Nena? ¿alguna sugerencia? ¿alguna señal? Todo cambiará en aquel lado de la familia y en este otro y en el de más allá.

¿Pero y nosotros qué?
¡Egoísta!
¿Quién extenderá sus cartas plásticas y jugará un solitario?, ¿quién dirá que siempre está bien aunque tenga a toda su estirpe enferma y solitaria?
¿Con quién conversaré en el balcón del departamento de la abuela, bebiendo una cerveza tibia que escondiste pensando que la Nancy, quien por cierto no se ha recuperado de tu muerte, poseía un caso severo de cleptomanía?
¿Y tus historias? ¿y tu sonrisa? ¿y tu chincola?
¿Y tú?

¿Y yo y mi pena? Supongo que no somos importantes, el show es todo tuyo. Tan flaca eso sí, me tinca que el ataúd te lo debieron haber rehecho en talla XS... sí, supongo que era sólo cuestión de tiempo.

Paciencia y barajar decía Cervantes en algún lado... paciencia y barajar, barajemos las cartas una vez más, ¿qué carta nos sale ahora?

Un as de corazón, partido en dos, que sólo el tiempo volverá a pegar.