martes, 23 de diciembre de 2008

in the middle

La vida es como los balancines: cuando una parte baja, la otra sube.

Es como las ruedas de la fortuna, como las cajas de bombones (a lo Forest Gump), como las montañas rusas... la vida es como la vida.

Jueves y Viernes fueron dos días complejos, emocionalmente perturbados por no sé qué onda hormonal/emocional mezclada con reflexiones bastante estúpidas. Fue por eso, y porque extrañaba a mis amigas, por lo que decidí marcharme de Santiago... necesitaba pensar con claridad, dibujarme el mapa en el mate.

Encontrar el medio es lo que he tratado de hacer desde que tengo uso de razón: ni mucho ni poco, ni altos ni bajos, ni hombre ni mujer... ni hetero ni lesbiana...
Hay asuntos para los cuales no es difícil encontrar el balance, pero hay otros, que son un pelín más complicados. Y por pelín me refiero a la peluca entera.

Yo tenía un miedo, una paranoia, un pánico: perderte. Hay mil maneras de perder a una persona, la comunicación desaparece, la relación se vuelve monótona, alguien coge un avión y dice "Volveré..." para no aparecer nunca más dejando un llamado telefónico de constatación... etcétera. Yo te perdía por acción de terceros.
Sin mencionar que dichos terceros me ofrecían una linda estadía en la tierra de los Denunciados por Estupro, gente a la cual se le dificulta volver a armar la vida.
Para tí no fue un paseo por los Campos Eliseos precisamente, como bien repites siempre: la nuca y la espalda son las facciones que reconoces inmediatamente en tu familia...
Diría que te entiendo... pero mentiría, sólo me aproximo a tu dolor por lo que tú compartes conmigo. Son dos tipos de dolor, dos amenazas, dos emociones diferentes. Tú sabías de buena fuente cómo se sentía tu familia mientras que yo me devoraba las uñas basándome en especulaciones que llegaban al borde de lo atroz. Especular, contestar el teléfono con los dientes apretados, incluso agresivamente, tomar clorfenaminas, estrujar la almohada de tanto llorar. Esa fue mi tajada de la torta... Por favor no pienses que te culpo, tú no hiciste esas llamadas ni me apuntaste con el dedo, y volvería a pasar por lo mismo sólo para poder estar contigo. Te prometí que no te dejaría sola... y creo que he cumplido pobremente la promesa, pero lo intento con todo el mío cuore. De verdad que lo he intentado, creo que es lo único que realmente he hecho con convicción.

Pierdo el hilo cambiando canciones... en fin, a lo que iba.
El miedo es un factor que no se irá nunca, creo. Por favor entiéndeme en eso... no dejaré que el miedo me paralice, pero me gustaría que fueses razonable. No se puede volver a comenzar donde lo dejamos, porque si lo hacemos sería estúpido: cometer los mismos errores nos llevará - por lógica - al mismo final. Y si te pierdo, no quiero que sea por terceros, quiero que sea porque ya no me amas, o porque me odias, porque te aburro con tanto sentimentalismo y palabrería, porque encontraste a alguien más afortunado que yo, qué se yo...
Podríamos retomarlo poco a poco, a un ritmo normal, conversando los problemas que tenemos estancados, hablando. Coach, ud. y yo somos del mismo equipo, no olvides que también me llamaste amiga en algún momento, que puedes conversar sobre todas las cosas conmigo, que quiero que estés bien y que te sientas cómoda. Porque tú eres mi prioridad... lo que no significa que debo besar el suelo que pises ni que todo mi universo gira en torno tuyo... porque eso es enfermizo.

Sin tí bien contigo mejor, eso lo mandamos hace rato al carajo. No hagamos que vuelva. Sin tí mal contigo genial. No quiero perderte... a veces siento que no somos las mismas... es evidente, los golpes cambian. Pero no porque llores en tu cama sola significa que no puedes hablar sobre lo que te hizo llorar conmigo.
Las relaciones son eso: compartir, aunque sean estupideces. Quiero saberlas. Quiero conocerte. Quiero saber quién eres. De quién me enamoro todos los días al mirar mi muñeca.
Te amo. Y mi regalo de navidark va en serio: quiero que te encuentres a tí misma en el medio... algo que yo aún no logro hacer.

No hay comentarios: