sábado, 11 de octubre de 2008

we need a plan

Coach, a pesar de que amo tus analogías deportistas por favor no olvides que tú y yo somos un equipo. Si tú no juegas conmigo entonces de qué sirve todo esto...

Se que no soy el bastón más fuerte sobre el cual puedas apoyarte, de hecho, te he fallado en la única promesa que te he hecho... prometí no dejarte sola: y mira como estamos. Podría torturarme por ello, y confesaré que a menudo lo hago, pero no siempre, precisamente porque necesito con toda mi alma saber que aunque exista un 1% en nuestras estadísticas emocionales que indique que estaremos bien, cuidaré ese 1% en contra del 99% que a gritos indica nuestro fracaso.

Pero debemos ser más precavidas, más rápidas, anteponernos esta vez y ver realmente como son las cosas: no más ilusiones, sólo... la verdad. Y la verdad es que en el momento en que mi inicial aparezca en tu medio ambiente familiar volverá a arder Troya. Y la verdad es que volveremos a pasar por toda la miseria, tal vez con mucho menos miedo, pero la rabia volverá a aflorar, y tú Montesco y yo Capuleto o visceversa... y no quiero volverte a perder. No sé si pueda soportarlo dos veces... prefiero que me odies, pero que no tires nuevamente por mi culpa el progreso a la basura.

Como ves, estoy dividida, entre el pasado que alberga todo el amor que te tengo, el presente que día a día lo reafirma cada vez que abro los ojos, y el futuro que amenaza con aplastarlo de un manotazo.

Eres mi fuerza, pero no puedes ser sólo mi fuerza... porque no eres Dios... y te acepto así. Y te amo así. Y quiero seguir amándote, de verdad que sí, pero tengo miedo del contexto, del entorno, de volver a escondernos, de volver a mentir, de volver a amarrarnos la soga al cuello.

Eres todo y mucho más... quisiera serlo yo también para tí. Pero aquí es donde tropiezo. Y no estás para darme las indicaciones sobre cómo levantarme, y lo acepto así también... siempre me han dicho en clases: la ausencia es también una presencia.
La tuya está en mi hombro derecho, en mi muñeca derecha, en un cuatro de cartulina, en todas partes.

1 comentario:

Golondrina dijo...

te quiero a mi lado - saiko