sábado, 25 de febrero de 2012

Nightmare

Mi papá hoy día contó una anécdota sobre mi hermano y el tópico gay.
No se por qué, pero siempre que mi papá habla de "opción" sexual me arde un poco, pero de todas formas, prefiero que lo nombre así a que no lo nombre en absoluto... mal que mal, en este caso acepto que es sólo una elección de palabras y ya está. No le puedo pedir peras a ese olmo.

Benjamín siempre ha sido mi regalón. Amo a todos mis hermanos, pero a él lo cuidé desde pequeño y tengo el vínculo de hermana mayor que creo la Ro tiene conmigo. Es un lazo fuertísimo.
Comprenderán entonces por qué son las 3 de la mañana y no puedo dormir. Benjamín es homofóbico. Sus abuelos, testigos de jehová, le han enseñado que los homosexuales son seres asquerosos que hacen cosas asquerosas y que no son hijos de Dios.

Me alegró saber que ante el uso de la palabra "gay" como un insulto mi papá frenó a Benjamín y le dio una buena charla sobre lo discriminatorio del término y lo mal que él lo estaba empleando, dejándole en claro que por ser "gay" las personas no eran malas (Benjamín tiene 7 y un trastorno de lenguaje, uds. hagan las matemáticas...).

A Benjamín no le hemos dicho que yo soy homosexual porque soy el vínculo más cercano entre su casa y la de mi papá. Ahora que tienen custodia compartida es difícil que no le entreguen al Benja a mi papá... ¿pero me dejarán verlo a mi?
Me entran las ganas de sentarlo y contarle todo, en versión infantil, claro está. Porque igual entiende mucho para ser tan chico... maneja bien el tipo de situación difícil en la que vive, sus padres se odian, las familias se odian, y de alguna forma u otra en los primeros años de la separación de los papás de mi hermano fui yo el vínculo. Era sólo a mi a la que lo invitaban para los cumpleaños, y sólo a mi me dejaron entrar en la casa, al menos por el primer año o dos.

Es cierto, la última versión de Marcela, su madre, era una mujer cuyos amigos eran gay y no tenía ningún problema con eso... y de hecho eso estaría bien si estuviese siendo criado sólo por ella. Pero son los abuelos homofóbicos los que se hacen cargo.

Y tengo pesadillas en las que mi hermano está grande y me mira con esa cara de asco que hasta ahora he tenido la suerte de evitar, por parte de mi familia al menos. Tengo sueños retorcidos en los que me deshago haciéndole entender que soy igual que él, ni más ni menos humana, y que lo amo por sobre todas las cosas, independiente de con quién quiera compartir mi vida.

Sólo espero que algún día pueda leer esto y mirarme sin odio en sus ojitos verdes, y que me sonría con sus margaritas y me abrace como cuando era chiquito y lo hacía dormir al ritmo de Bob Marley. Sólo espero que no me odie.

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