viernes, 20 de enero de 2012

Me gustó tu respuesta ♥

Yo ahora debería estar durmiendo contigo, y no aquí con pena por Dios sabe qué razón...
Es muy temprano para dormir, no tengo sueño, por eso no estoy en la cama contigo. Pero se que si intento leer, tampoco podré hacerlo.
De verdad no entiendo qué me pasa... y me asusta por que no se qué tengo malo. No entiendo por qué tengo tantas ganas de llorar, siendo que no ha pasado nada. Nada grave.
No se cómo controlarlo... en volá estoy loca, no lo se.
Escribir ayuda, pero ahora no me está ayudando a entender las cosas. Ni siquiera cuando intento rememorar cómo fue que en un segundo estaba contenta tomándome mis vitaminas y de un minuto a otro me convertí en un gran bebé llorón que se enoja porque estás cansada y con sueño, cosas perfectamente normales que yo también he sentido.
Está bien que uno se ponga irritable por haber dormido mal y haber estudiado todo el día, ¿pero no será mucho?
Me asusto a mi misma... y de verdad, DE VERDAD, no se qué me pasa. Es como si nunca hubiese dejado la edad del pavo y tuviese todo un remolino en la cabeza que no deja de girar y de girar y de pensar en puras weás. Ni siquiera podría decirte qué weás porque no lo se. En dos minutos puedo convencerme de que soy el ser más mórbido del universo y que obvio que me vas a dejar por el horrible ballenato en el que me he convertido, y después darme cuenta de que obvio que no, pero enojarme por cualquier otra cosa...
El sentimiento que sí es constante es sentirme mal por sentirme mal. En volá siempre he tenido depre y jamás me lo han dicho. Malditos psicólogos que no comparten el diagnóstico...
¿Me amarás aunque esté rota por dentro?

Y si trato de coserme los hoyitos... ¿lo vas a entender? Yo no se como reparar mi locura, no se si tengo que escribirla hasta llegar a lo más podrido de mi ser, no se si voy a poder salir de ahí después.... pero algo me dice que puedo contar con tu fortaleza, que vas a poder entender a esta alma perdida. Que no me vas a juzgar por estar así, triste porque el sol se pone... porque se que detrás de mi pena hay razones pero las tengo tan olvidadas y tapizadas (y aquí empiezo a apretar la mandíbula) que tengo esa impresión que sólo cuando las escribo se van diluyendo y puedo descansar.
Me duele mucho mucho la mandíbula.

Sigo pensando en qué me dirás... si me dices algo, cuando me vuelva a acostar.
Tengo miedo torero. (Es un chiste de esos que tiro cuando ya no se qué decir... es buena señal).

Te amo... ¿me amarás aunque tenga hoyos como el queso? ¿Aunque pierda la cordura en el proceso de conocer por qué tengo esos hoyos? ¿Aunque me pierda en el camino? ¿Podrás entender cosas que ni siquiera yo entiendo y que ni siquiera puedo explicar?
Es pedirte demasiado... por eso no te lo pido. Pero te pregunto de adeveras como dicen los niños, porque tengo miedo de mi. De lo loca que soy. De lo montaña-rusa-emocional que puedo ser... porque lo odio, porque odio eso de mi. El cambiar de cara y de ánimo en un suspiro.

Contigo me abro, pero ¿y si me abro demasiado y termino mostrando toda la basura que tengo guardada en mis cajones y sales corriendo despavorida?
¿Y tú no tienes mugre que mostrarme? Tú no eres de hierro... ¿o es que yo soy demasiado blanda?
Ves, estoy loca... ya me asusto de nuevo.
La mandíbula me duele menos.

Lo bueno es que en todos mis estados, en todas mis facetas bipolares, en todos mis peacks emotivos, en todos lados y en cada espacio de la rueda que ahora me pone de cabeza, te amo.

1 comentario:

Minerva dijo...

Te amaré como al queso suizo
Te buscaría aunque fueras el teniente bello
Y por ti me hago ...¿Iron Maiden?
xD :*
solo para ti, y solo POR ti :* <3