miércoles, 3 de marzo de 2010

Homeless

Sin lugar a dudas, el terremoto movió más que cuerpos y cuadros. Movió a la gente, en dos sentidos:
Los primeros, presas del pánico, corrieron a abastecerse de lo que no necesitaban, y con ese pavor de Golpe Militar comenzaron a vaciar supermercados y bencineras como si el cielo se hubiese abierto sobre sus cabezas. De pronto todos se creyeron Noé y quisieron llevarse dos de cada cosa.
Los segundos, presas del pánico, corrieron a ver cómo estaban los suyos, saturaron las antenas y satélites a puntas de buzones de voz, correos electrónicos, mensajes de texto y llamados. Juntaron linternas, velas, agua y se sentaron a esperar. Sin tener noticias del mundo hasta que gradualmente las nubes se despejaron y la información comenzó a caer a goterones sobre los oídos incrédulos de quienes se aferraron a los dinteles de sus casas como si no hubiese un mañana.
El miedo es una respuesta natural que genera la psiquis en orden de preservar la vida, pero la vida de quién, ¿la tuya o la de tus hermanos?

Por si las moscas alguien pasara...
http://www.ayudando.com
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1 comentario:

Rosario dijo...

Lo único que puedo decir es que me consumió un poquito la histeria xD ahora que ya pasó todo eso hay que ponerse las pilas para ayudar! así que ayer mismo llevé comida a la casa de la Rayen que va pa Conce :P

besitos querida!