jueves, 11 de marzo de 2010

Ícara Telúrica

Todo análisis relativo a los movimientos tectónicos debe incluir un esbozo de la constitución del globo, ya que no pueden comprenderse las deformaciones sin conocer previemente el armazón que se deforma.
Conocemos su estructura interna gracias a la "sismología" (estudio de los temblores de tierra) y a la "gravimetría" (estudio de las variaciones de la gravedad).


[¿Y a mi quién chucha me enseña a no frikearme con tanta samba y canuta? Tome Ud. un individuo cualquiera, colóquelo en una relación estable familiar y de pareja, luego, agarre una batidora y remueva con fuerza toda partícula hasta formar espuma.]

I. Enseñanzas de la sismología
Las "ondas sísmicas", es decir, las vibraciones causadas por los sismos, registradas en un punto cualquiera distante del epicentro*, llegan en trenes sucesivos. Esto significa que cada una se ha desplazado por un medio diferente, siguiendo un itinerario distinto;

[Si. A veces las ondas toman rutas distintas. Eso es porque las rocas son elásticas, flexibles. La tierra cambia. Nosotros cambiamos ineludiblemente con ella. Y mi guata tiene un cosquilleo porque hay réplicas a cada rato mientras escribo.]

*Epicentro: proyección en la superficie del globo del lugar interno de origen del sismo. Este lugar interno recibe el nombre de "hipocentro".

[Cuando tengo orgasmos, el epicentro es mi cuerpo, pero el hipocentro está "ahí". Interesantes temblores esos.]

II. Enseñanzas de la gravimetría: la isostasia
El estudio de la propagación de las ondas sísmicas nos proporciona noticias sobre la constitución profunda del globo. El estudio de las anomalías de la gravedad nos facilita precisiones relativas a la estructura de la parte superficial del globo terrestre, la corteza.

[Cuando me muerdo las uñas es un indicador de mi stress cotidiano. A estas alturas son dichosos los que no hay sucumbido ya ante la "mordición" o achaques varios. Estudie su núcleo, revísese la constitución profunda.]

III. Movilismo y estabilidad
Los movimientos tectónicos se producen con diversa velocidad. Los hay que se distinguen por ser espectaculares, como los terremotos, algunos de los cuales crean en pocos minutos fallas que se traducen en superficie por desnivelaciones de un metro o más. Estos movimientos son de dos tipos; pero resulta del todo evidente que existen entre ellos términos de transición:
- Movimientos "orogénicos" (del gr. oros, montaña), es decir, los que originan cadenas de montañas: pliegues, flexiones y fallas violentas.
- Movimientos "epeirogénicos" o "epirogénicos" (del gr. epeiros, continente), es decir, levantamientos masivos de un bloque entero de continente, sin que ninguna porción del bloque se mueva mucho respecto a las demás: todas se ven afectadas, solidariamente, por una surrección acompañada por lo general de un movimiento de báscula o de muy amplios abombamientos.


[¿Cómo me voy moviendo yo respecto a tu eje? ¿Soy orogénica o epirogénica o ninguna o las dos? Yo prefiero que nos movamos todos abombadamente hacia Gondwana a que me salga un Alpes por el culo. O tal vez no me doy cuenta de que el movimiento me ha arrastrado hasta el nivel del suelo. Como lagartija me quedo quieta al sol, escuchando vidrios y muebles crujir despacio, hasta que el vaivén ya me tiene adormilados los nervios.]

IV. ¿Hay bloques continentales estables?
Puesto que cada porción del globo se encuentra en equilibrio sobre las capas profundas, parece que ellas deban ser eminentemente móviles y que los movimientos nunca tengan que cesar del todo. Más aún, nuestro globo se comporta, según un gran radio de curvatura, como un fluido sensible a la gravitación universal. Aunque parezca imposible, se preoducen mareas terrestres: en razón a la atracción de la Luna, una o dos veces al día, el terreno se levanta bajo nuestros pies, al menos algunos centímetros, pero este levantamiento resulta tan amplio que carecemos de cualquier punto de referencia para percibirlo.

[El cambio de esa materia que no se destruye. Voy a cambiar incesantemente de polvo a pasto antes de desaparecer. Me voy a volver letra porque mi curvatura también se aferró a esta gravitación universal. Y mis dos polos se volverán uno solo. La tierra se aplanará sólo para que podamos estar todos juntos en un ghetto, como ese cuendo del Zapallo que se convirtió en cosmos de Lugones. No. Nada es estable. Excepto el cambio. Todo lo demás, se cae, y es mucho mejor dejarse llevar con esa calma que sólo tienen los que no están.]

2 comentarios:

Andrés Cea dijo...

q rico reirme y enternecerme contigo despues de toda esta caca terremotial.

gracias por los mensajes y la preocupacion. UN besito grande grande y un abrazo. ¿te das cuenta qe si nos moriamos pal terremoto lo habriamos hecho sin conocernos? tenemos que puro vernos.

cariños!

Osvaldo Murti dijo...

El escrito, genial...
Se agradece leerlo.