jueves, 22 de mayo de 2008

Now and never more

No quería hacerlo, pero lo leí, casi todo, bueno en realidad casi nada, pero diría yo que lo justo y necesario para comprender un montón de cosas...

Hace tiempo que no lloraba, [mentira], hace tiempo que no estaba consciente de que lloraba [mejor], puede ser por varios factores, incluyendo entre los primeros mi ciclo hormonal libre que juega con mis endorfinas como si fuesen bolitas, puede ser la canción triste que me recuerda caminatas solitarias ariqueñas y francesas, puede ser que...[no, eso no]

Insisto, aún no inventan la palabra precisa, que encierre todo el pánico, todas las risas, todos los besos, todos los abrazos, todo el escalofrío, todo lo que dicen tus ojos... aún no existe, me desespero, en vano busco en mis libros, me rasco la cabeza, abro diccionarios mentales reales virtuales ficticios de nubes de polvo, repaso momentos con los dedos, selecciono, subrayo, destaco... no... no existe.
Después me invade el pánico, esa sensación maricona de que todo está construído sobre jalea, de que de un momento a otro todo se gaste y todo se apague, se caiga la escenografía y el camarógrafo grite "corte" y muevan la pantalla verde de los efectos especiales del fondo, ese pánico que me hace tiritar [cambio de canción] y pensar que estoy en pelotas ante millones de luces que ciegan mis ojos, el pensar que el día en que termines conmigo te reirás de mí, recordarás mis errores y seremos crueles con la memoria.

[Sigo buscando la palabra y no, no existe...]

Ya no basta, ya no basto yo, esto me supera, me asfixia, me ahoga, me impulsa, me eleva, me destierra de la razón, de toda lógica, me da las alas más grandes que jamás me haya podido inventar...
Sí, hace tiempo que no lloraba por algo que fuese nada, es sólo que no tengo control, las lágrimas mariconas se escurren de mi cara y aquí estoy, tecleando y haciendo público mi esqueleto, diseccionando músculos y abriendo ombligos, escudriñando a ver si voy bien, cagada de miedo, rejodida de susto, petrificada de pánico.

Tu dijiste que el amor es animal, pues qué más animal que esto, en este segundo [tal vez mañana no] soy emoción pura, 100% destilado hormonal, cien por ciento aire caliente, mano extendida esperando encontrar la tuya, y que me abrazes hasta destrozar las costillas si es necesario, hasta volverme pequeña y poder colarme por uno de tus bolsillos, para estar contigo [...]

Ahí está, la palabra, la que no quiero decir, porque es amarrarse demasiado la soga al cuello, porque es entregarme entera, porque implica la eternidad por los siglos de los siglos [sin el amén]... y qué, si total es el momento, es el bajón, después puede haber vuelta atrás, culpar a la musa inspiradora, arrepentirse es feo pero necesario...

La palabra es siempre.

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