domingo, 4 de mayo de 2008

:D

Frente a mí, una bolsa de papel café y el resto de la humanidad que se expande segundo a segundo...
Frente a mí se extiende el universo entero, conformado por su infinitud de átomos, células y organismos incomprensibles y cansadoramente inacabables...
Y lo único que me invade el cráneo hace poco es la mesura. Más bien la falta de ella. Me pregunto si el amor tiene tope, si se puede amar sólo hasta cierto límite... si las bellas palabras que se dicen se dicen producto de la fiebre hormonal o vienen desde el sector lógico que al pasar de los años reafirmará dichas palabras o se esconderá tras las frazadas y cerrará los ojos y oídos ante lo dicho. No me refiero a tí, es sólo una pregunta, aplicable a la inmensidad que se establece ante mi y me atemoriza un poco (tanto pregunta como inmensidad)...
¿Cómo saber qué es amor? No sé distinguir aún lo febril de lo real, creí tenerlo todo contenido, dosificado, medido, controlado, y cada vez que tú estás frente a mí no puedo evitar el desborde de palabras que suenan huecas tras instantes de ser dichas... nada parece suficiente...

En resumen: tengo miedo de amarte demasiado, sólo que no sé qué es amar demasiado... ni sé si el amor tiene un límite que pueda ser rebasable. ¿Por qué no dejar de pensar? ¿por qué no guiarme por mero instinto? ¿por qué no dejar de respirar? ¿por qué no dejar de comer? ¿por qué no dedicar mi existencia por entero a tí? Bueno, porque sería absolutamente estúpido, porque a pesar de que siento que somos sólidas no somos inmortales, y no estamos unidas con hierro si no mas bien con cristal, lo que se crea también puede ser destruído.

Dudas, dudas, dudas que no sé como responder, dudas que como ves pequeña mía, también enfrento, dudas que se desvanecen cuando puedo abrazarte y oír que tu sangre también corre por venas como las mías, dudas que están, que no disminuyen lo que siento, sino que lo miden, que le dicen a mi cabeza con calma, despacio, ella es frágil, no te apresures, tomate tu tiempo, cuidala, no prometas tanto, más hechos y menos palabras. Porque es extraño, pero he dejado de mirarme el ombligo para velar por el tuyo, ya sea como amiga, ya sea como amante, (aunque he dejado atrás mis prácticas de trío pecaminoso) ya sea como lo que sea... quiero estar ahí, sin falsas y pomposas pretenciones, sin grandes promesas, sin ramilletes ostentosos de flores olorosas a mentiras, sino simplemente yo, toda fallas y tropiezos, humildemente yo, toda errores e improperios... dispuesta siempre a acudir a tu llamado.

A no ser que sea por cobro revertido.... ¬¬

No hay comentarios: