miércoles, 5 de octubre de 2011

Sigma

Sigma (seis).
El seis es un número tan malinterpretado, se puede voltear y convertirse en nueve, es el número del diablo, si lo escribes tres veces y te lo insertas en la nuca eres el hijo del demonio...
Seis es el número de la llave de mi casillero (la llave la pedí ayer, que era cuatro, pero vale igual!) que aún tengo porque olvidé devolverla.

Seis son los meses que llevo contigo.

A los seis yo ya sabía leer.

Seis, sigma, six, sechs...

No se vale, yo ya te amaba desde antes. Y tú me amabas a mi desde antes. Sólo que no nos dimos cuenta, porque estábamos entretenidas viviendo y mirándonos el ombligo.
¿Por qué no celebrar los cuatro años y medio desde que te conozco?
¿Por qué no celebrar los seis mil años que pretendo amarte (seré polvo, mas polvo enamorado...)?
¿Por qué seis y no seis billones de sonrisas que pretendo sacarte?
¿Sólo seis meses y ya me hago un nudo entero cada vez que te miro a los ojos?

Seis no es nada y aún así es digno de celebración.
Porque tú y yo somos dignas de celebrarse.

Gracias, ¡bendito seis!

1 comentario:

Minerva dijo...

Quiero 6 vidas y más para estar contigo
<3 la llevas, me llevas...amemos-nos