domingo, 9 de agosto de 2009

léase invertido

Te vi, y no pude resistir hacerte la pregunta dificil: ¿quieres quererme?
¿Cómo no querer solidificar la jalea? ¿Cómo no querer disfrutar el viaje?
Te vi con la música enroscada en el cabello, y quedé atónita, colgada de la melodía que no me canso de escuchar una y otra vez. Eres la tonada que no me agoto de tararear, aunque siempre está la posibilidad de estropear algunos tiempos y compases.
Y no me opongo, creo que inclusive... hasta me agrada. Esto de la nueva perspectiva, de ampliar la mirada, porque puedo verme a través de tus ojos y de los míos.
Porque es eso, es que aquí hemos logrado finalmente invertir todo orden... Has logrado invertir mis esquemas, barrer mi consciente e instalarte con amueblado.
¿Cómo no querer protegerte hasta que se me corte el aliento? ¿Cómo no querer intentarlo siquiera?
Caminando por aquellas calles sin asfalto... arrastrando la suerte sin saberlo. Con la música al cuello.
Sólo te ví, y no pude evitarlo.

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