martes, 9 de septiembre de 2008

Paranoia

Nunca pensé en volverme loca.

Bueno, no es como que sea el plan de alguien despertarsé y gritar "¡Wuhu! Me volví loca!" y luego seguir viviendo.

Aunque lo mío, más que pérdida de tornillos, clavos y tuercas, es paranoia.
Sip, de la güena...
Reviso bajo el colchón dos veces antes de acostarme, no cierro ninguna puerta por temor a que salgan de ahí escondidos y sin importar cuánto grite y patalee: no habrá escapatoria alguna; me he mordido todas las uñas y ahora sigo con los dedos, no quiero estar nunca sola, siempre pienso que me siguen, que revisan lo que escribo y que miran mis fotografías escupiéndole a la pantalla.
Es como un aura mística, cada lugar está manchado, han estado ahí, dejan su rastro, una huella que sólo yo puedo ver, un susurro al cuello, un vaho en el oído, y caminar en santiago ya se me ha vuelto como salir a las tres de la mañana al desierto en pelotas: un fiasco atemorizante.
Además, me he vuelto también detective. Unir piezas que no existen puede ser tanto interesante como desgastador y absolutamente inútil. Al menos así me ocupo, mato las horas pensando, mapeando, colocando marquitas en mi mapa mental, revisando página tras página en internet, releyendo antiguas líneas en mi antiguo cuaderno...
deshojando margaritas.

En fin...

La paranoia tiene un sólo aspecto pseudo positivo: soy el centro de mi mundo. Todo gira en torno a mí, ¿y cómo no hacerlo si vivo dentro mío?
Dios mio... me acabo de dar cuenta, que soy mi peor perseguidora, mi peor enemiga, mi aliada más asquerosa y repugnante.
¡Me vivo siguiendo!
Jamás me dejaré de perseguir... soy como esos perros que se muerden la cola :O mein got! ¿Qué hacer? ¿cómo escaparme de mí misma? ¿cómo acallar las voces que fluyen dentro?

¿Cómo suprimirnos?

Me estoy volviendo loca. La paranoia es mi patología, mi nueva novia.

Pienso que un día me despertaré gritando "¡Yei!...me volví loca" aunque el problema de fondo, es si estoy mejor insana o cuerda...

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