viernes, 18 de julio de 2008

haud

Todo lo han destruído los manos de hacha...

Aunque sabio refrán es aquel que dice : Qui summus volat in caelo, cadet infimus ille.

Yo estaba summus in caelo, como un Ícaro sonriente, y he terminado sumergida en aquel mar de espera infinita...

Ya nada puede estar peor, y si lo está no me importa, todo me parece absurdo, una comedia ilógica en donde haga lo que haga no hay escapatoria ni salida que me favorezca más que la derrota.

Hoy me he despertado a las cinco y media para estudiar latín, son las 7:52 y creo que lucharé por el cuatro en la prueba. Llevo ya varios días con la sensación permanente de miedo e inseguridad, y he tenido que tomar un par de clorfenaminas para dormir por las noches, pues me despierto a cada rato o tengo pesadillas.
Tampoco he dejado de llorar.

Aunque ayer y hoy me he encontrado más estable, el nudo en el estómago sólo se agrava cuando pienso en todo lo que nos ha sucedido, el dolor que sentimos es infinito, es inhumano, es letal...
Pero morirse es demasiado fácil, y a mí me gustan los retos.

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