No soy grande.
No soy de acero.
Lloro, a veces seguido, a veces distante.
Leo mucho y hablo de ello.
Veo películas románticas porque el resto me deprime.
Creo en los finales felices.
Me dejo influir con facilidad por lo que diga el resto.
Sobre ciertos temas es difícil saber lo que realmente pienso.
No me gusta perder.
No me gusta jugar.
No tengo posturas fijas, para algunos eso es ser débil... para otros, flexible.
Extraño que alguien me cocine.
Extraño que alguien me cante.
Extraño que alguien me abrace.
Extraño que alguien me llame.
Tengo miedo de los temblores, pero sólo si son en altura.
Me he recauchado el corazón una vez ya.
Tengo miedo de muchas cosas, y lucho todos los días para que mi lado pesimista no me suma entera en su color gris.
Todas las mañanas me miro los tatuajes de la espalda en el espejo, y muevo el hombro derecho para que la golondrina vuele un poco y no se asfixie.
Me gusta el queso con pan.
Me gusta el manjar, y también el salame.
Me río con Les Luthiers y con chistes intelectualoides de esa especie.
No tengo mucha plata, pero tampoco soy pobre.
No se qué voy a hacer después de salir de la universidad.
Pelo a mi abuela.
Tengo una relación simbiótica con mi hermana.
Hago planes y después no los cumplo (con honrosas excepciones macro).
Tengo memoria selectiva y a corto plazo.
Cuando tomo mi subjetividad se vuelve mi objetividad.
Me gustan más los amaneceres que los atardeceres, y la playa que el campo.
El helado de chocolate me apesta.
La leche con grumos me da asco.
Creo que me enamoro por los ojos.
El vodka siempre ayuda a que fluyan mejor las ideas en mi.
Escribir me calma, me sube el ánimo, es mi droga.
Apesto escribiendo, qué bueno.
Soy dápica.
Pesimista, negativa.
Sumamente paciente.
Fiel.
Enojona.
Con cara de receptor universal.
Bilingüe.
Bisexual.
Bipolar.
Yo.
1 comentario:
Se te olvido poner ..rebuscada,
te amo cerebroide
feliz cumpleaños a ti (como te lo canté a las 6 am :))
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