No se si tendré trabajo.
No se para qué sirvo... sólo escribo y tipeo y pienso y repienso cosas que alguien dejó tiradas en un álbum sucio.
En nueve álbumes sucios.
Mi norte se me fue y es mi culpa; es mi culpa que no esté conmigo.
Te extraño Norte.
Te extraño tanto...
Bitácora del Capitán:
Una fría madrugada de junio se dio cuenta de que la pena la estaba empezando a agarrar, y salió corriendo hacia el Sur cuando debería haberse dirigido hacia el Norte, pero no podía ver porque las lágrimas se le estaban agolpando en los ojos. Y la brújula del brazo le giraba en todas partes, retorciéndose hacia dentro, estirándose hacia fuera, en estertores que le hacían arder la piel.
Pensó que el chico de la biblioteca tal vez le había contagiado los mocos porque él estornudaba tras ella.
Pensó en que ya no le gustan los chicos. Ya no quiere a nadie. Sólo a Norte.
Norte, Norte, ¿me escuchas?
La pena la iba agarrando de los pelos, y ella dale que dale corriendo al Sur. Torpe brújula atontada de tanto campo magnético.
Ay Norte si pudiera ver tu estrella, si pudiera lanzarme al mar y nadar de vuelta hacia ti, si se pudiera vivir dentro de una persona, si se pudiera vivir de amor...
La pena la persiguió, pero zigzagueó para perderla entre los árboles de la finca, el dolor fue peor que una picada de abeja. La pena se aburrió de cortejarla. Ella nunca quiso a nadie más que a Norte.
Nunca pudo querer a nadie más que a Norte.
Norte, Norte, ¿me escuchas? Norte, Norte, yo estoy latiendo tan lejos y tan cerca de ti. Te mandaré mil fotografías para que en vez de pupilas me lleves a mí en tus ojos.
Los caribes del Caribe se comieron al Capitán.
1 comentario:
Tu norte te está esperando...
nosotras te estamos esperando
te amo
te extraño
Te espero
te adoro
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